Sin previo aviso, esa persona deja de contestar tus mensajes de texto y tus llamadas.
Por la BBC Mundo.
Quizás te ha pasado alguna vez: conoces a alguien,
intercambias números de teléfono, tienes varias citas, empiezas una relación,
todo parece ir bien y de repente... silencio. Simplemente desaparece de tu vida sin dar ningún tipo
de explicación.
Si has vivido algo parecido has sido víctima de lo que en
inglés llaman ghosting, palabra que se traduciría como "hacerse el
fantasma" y que ha ido ganando popularidad en los últimos tiempos, siendo
elegida como uno de los vocablos de 2015 por el diccionario británico Collins.
El acabar una relación de la noche a la mañana, cortando
todo tipo de comunicación, no es nada nuevo, aunque según los expertos las
nuevas tecnologías han hecho que ahora sea una práctica más común.
En una época en la que muchas relaciones de pareja empiezan
a través de páginas de internet y de aplicaciones para celulares, el ghosting
es algo a lo que cada vez más personas deben hacer frente.
Consecuencias
Los expertos en psicología advierten que el ghosting tiene
consecuencias tanto para quien lo sufre como para quien lo practica.
El primero ve su autoestima dañada y tiene que atravesar el
periodo de duelo que conlleva el fin de una relación, sin tener todas las
respuestas sobre los motivos de la ruptura.
El segundo, si se trata de una relación consolidada, tendrá
que hacer frente a los remordimientos y al sentimiento de culpa por haber
dejado a alguien de esta manera.
Los expertos sostienen que en algunos casos los que
practican el ghosting tienen miedo al conflicto, evitando a toda costa los
enfrentamientos, incluyendo el tener que decirle a alguien a la cara que se
quiere poner fin a una relación.
En una encuesta que realizó en 2014 en Estados Unidos la
compañía YouGov para el sitio Huffington Post, el 11% de los participantes dijo
haberle hecho ghosting a alguien y un 13% haber sido víctima de esta práctica.
La revista Elle llevó a cabo una encuesta similar entre sus
lectores: un 26% de las mujeres y un 33% de los hombres admitieron tanto haber
sido víctimas del ghosting como el haberlo llevado a cabo.
Parece que en la era de aplicaciones como Tinder y Grindr,
el estar ocultos tras las pantallas de nuestros teléfonos hace que nos resulte
más sencillo el acabar nuestras relaciones sin dar ningún tipo de explicación.
"Deshacernos de la gente"
Sherry Turkler, profesora de sociología de Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) aseguró en una
reciente entrevista con el Huffington Post que "el es algo casi único del
mundo ".
"Con las nuevas tecnologías nos hemos acostumbrado a
deshacernos de la gente simplemente no respondiendo. Y eso empieza con los
adolescentes, que crecen con la idea de que es posible que le envíen a alguien
un mensaje de texto y que no reciban nada por respuesta".
Según Turkle, "eso tiene serias consecuencias, porque
cuando nos tratan como si pudiéramos ser ignorados, empezamos a pensar que eso
está bien y nos tratamos a nosotros mismos como personas que no han de tener
sentimientos".
"Y al mismo tiempo tratamos a los demás como personas
que no tienen sentimientos en este contexto, por lo que empieza a desaparecer
la empatía”.
La psicoperapeuta estadounidense Elisabeth J. LaMotte cree
que para mucha gente hoy en día el decir adiós o acabar con una relación es
incómodo y "lo evitamos en muchas esferas, particularmente en el campo del
amor".
"Pasamos mucho tiempo socializando a través de las
nuevas tecnología y compartiendo nuestra vida privada en las redes sociales y
cada vez nos sentimos más incómodos con el contacto interpersonal",
asegura LaMotte en conversación con BBC Mundo.
"Ello hace que acabar con una relación sea más
complicado, porque cada vez tenemos menos práctica en hacerlo".
"Experiencia dolorosa"
Según LaMotte, "cuando se analiza la psicología de los
que practican el ghosting, en algunos casos uno ve que han sido heridos por
gente que consideran más importantes que ellos mismos y que han sufrido
rupturas de relaciones que no han procesado correctamente".
"Incluso en ocasiones no son conscientes del daño que
causan", afirma la experta.
"Para la persona víctima del ghosting, puede ser una
experiencia muy dolorosa. El rechazo causa dolor. Y el ghosting es un rechazo
vago que hace que el proceso de duelo de la ruptura se alargue".
Según LaMotte, "al principio la gente pasa por un
proceso de negación y busca excusa para explicar la situación, como que la otra
persona ha perdido el teléfono o ha tenido una emergencia".
"Cuando son conscientes de la realidad, tienen que
hacer frente al dolor de saber que el otro no se tomó la molestia de dignificar
la relación y decir adiós".
LaMotte cree que, a veces, el final de una relación es el
momento más importante, ya que "es una oportunidad para el crecimiento
emocional".
La experta aconseja que "si alguien ha sufrido varias
experiencias de ghosting, examine sus elecciones de pareja", ya que
considera que "hay que respetarse a uno mismo y no caer una y otra vez en
el mismo patrón".
Evitar el conflicto.
Maya Borgueta,
psicologa de la organización californiana Lantern, sostiene que el ghosting
"está relacionado con el querer evitar el conflicto".
"Se quiere evitar el sentirse incómodo porque, por
ejemplo, tu pareja se enfade o se ponga a llorar", le dice Borgueta a BBC
Mundo.
"Obviamente el ghosting ha existido desde el inicio de
los tiempos, pero no hay duda de que la tecnología y el tipo de comunicación
impersonal a la que estamos acostumbrados a través de internet o de las
aplicaciones móviles han hecho que sea más común", apunta la experta.
"Realmente puede llegar a ser muy doloroso, porque
cuando nos dejan así a menudo seguimos conectados con esas personas en redes
sociales como Facebook, Twitter o Instagram".
"Así te das cuenta de que esa persona no se está
comunicando contigo y continúa con su vida como si no pasara nada. Ello hace
que el proceso de duelo sea más complicado".
Borgueta cree que el ghosting "puede reforzar las
inseguridades que uno tiene y puede afectar relaciones futuras".
"También puede tener efectos psicológicos negativos en
la persona que lo practica, que puede tener un gran sentimiento de culpa y
vergüenza, sintiendo que no pueden manejar los momentos difíciles de una
relación".
Según Borgueta, aunque duela, las víctimas de ghosting
"deben asumir que quizás nunca tengan el cierre deseado para esa
relación".
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