El problema con el chapopote, es el carente trabajo de mantenimiento a las calles con este tipo de material.
Por Alejandra Zamudio.
A pesar de ser más caro en
su construcción inicial, el concreto hidráulico tiene un periodo de vida de 20 a 40 años y, mejor aún, requiere
un mínimo de mantenimiento.
Este tipo de pavimento resulta de una mezcla rocosa hecha
de insumos naturales procesados (cemento y agua) y debe ser dosificado en masa
o volumen; es empleado para formar parte integral de una estructura o
edificación y a la vez es aprovechado en autopistas federales, en la remodelación
de ciertas avenidas principales o en los recintos y monumentos históricos de la
ciudad.
Sin embargo, una de sus desventajas es que por la
rigidez de este tipo de pavimento se siente menor comodidad al manejar el automóvil,
en algunos casos y a ciertas velocidades. “Es común viajar por la carretera y
sentir un meneo al pasar las llantas por las uniones del concreto, pero en el
tránsito de cargas pesadas este tipo de pavimento no produce roderas (baches),
dislocamientos o agrietamientos”.
A diferencia del concreto, el “piso de chapopote”
resulta más económico y tiene la ventaja de que por su baja rugosidad y
flexibilidad el vehículo se desliza con suavidad y silenciosamente, pero tiene
un periodo de vida útil menor al concreto hidráulico, de 10 a 15 años, con el mantenimiento
adecuado, es por eso que “las carreteras asfálticas son desastrosas”.
Por ejemplo, “con los baches que tanto maltratan a
los autos, la cuestión es más delicada; para que un bache no vuelva aparecer, debe
estar completamente seca el área a trabajar, libre de basura, pues si no se
tapa bien la superficie la filtración de agua volverá a presentarse en pocos
días.
Si se analizan las características, ventajas y
desventajas de cada uno de los asfaltos, pero sobre todo, el beneficio para el
usuario y la sociedad, las diferencias son muy marcadas”. Por esta razón, las
vialidades principales de la ciudad se han pavimentado con concreto hidráulico.
“Estas vialidades por estar sujetas a mayor tránsito vehicular, requieren estar
siempre en óptimas condiciones y con la menor afectación posible, por lo tanto
en las vialidades secundarias, el asfalto común representa la mejor opción
costo-beneficio”.
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