UNA BOMBA ATÓMICA.
Por América Economía.
Resulta increíble pensar que una frágil pieza de tela
compuesta por una banda para la parte de arriba y dos triángulos invertidos
para la parte de abajo, pensada como bañador para la mujer, haya generado una
ola de reacciones tan fuerte en las costumbres sociales de la moda durante la
segunda parte del siglo XX.
Entregado en una caja no superior a una de fósforos grandes,
el bikini inició su explosiva vida en julio de 1946, gracias a los diseños
elaborados por Louis Réard en París. El pequeño envoltorio, sin embargo, escondía algo muy
similar a lo que prometía su publicidad: “una bomba anatómica", que sería
el eslogan con el que se conocería la pieza.
Réard, un ingeniero de automóviles cuya familia tenía una
boutique de lencería, decidió organizar un buen evento para presentar su obra,
para lo cual desarolló un atractivo desfile en piscina de Molitor, el punto
neurológico de la sociedad de la moda en el París de la época.
Aunque con varios precedentes en la Antigüedad, el novedoso
bikini está compuesto de un sujetador y una braga, emulando a las prendas de la
ropa interior femenina.
El impacto que causa en las costumbre sociales del mundo a
mediados del siglo XX es inexorable. Bajo la presión de la Iglesia Católica,
los gobiernos de Italia, España y Bélgica, prohibieron la venta de bikinis. En
Francia se autorizó en las playas del Mediterráneo, pero se prohibió en las del
Atlántico
En el Festival de Cannes de 1953 la atractiva y joven
Brigitte Bardot alborota a todos los fotógrafos posando con un bikini blanco de
flores en la playa. "Es ella la que hizo del bikini una pieza emblemática,
convirtiéndolo en una mito", subraya Marie-Laure Bellon, organizadora de
Mode City, salón internacional de lencería y bañadores organizado recientemente
en París.
El bikini pasó a ser una prenda imprescindible de relajo,
libertad y comodidad en el verano para las mujeres, con una lógica y evidente
buena recepción masculina. Su popularidad fue reforzándose gracias a diversos
impactos mediáticos, siendo el más memorable el de Ursula Andress saliendo del
agua con un impactante bikini, en una famosa escena de la película de James
Bond "Doctor No", en 1962.
En los años 70 las mujeres se emanciparon y queman sus naves
para vestirse de la manera en que sientan cómodas durante el verano, en las
playas y piscinas del mundo. Uno de los impulsos a ese proceso, el bikini,
cumple este mes casi siete décadas.
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